Anteriormente hemos hablado en otra publicación sobre la arquitectura domótica y sus ventajas. Hoy queremos centrarnos en las soluciones que nos ofrece para estar en armonía con el medio ambiente; nos referimos al uso eficiente de los recursos. Esto significa que las casas y edificios con esta tecnología pueden lograr ahorros considerables.
Gestión energética centralizada
Entre las múltiples funciones que se pueden obtener con la arquitectura domótica, para un consumo energético inteligente, la gestión energética centralizada es la más destacable. Gracias a este sistema, la energía es utilizada cuando y donde sea necesaria. La interacción inteligente de los distintos equipamientos y dispositivos, permiten al sistema domótico ofrecer un mayor confort, seguridad, y contribuir al ahorro de energía.
Cómo ayuda la domótica a la eficiencia energética
Lo mejor para entender cómo la domótica nos colabora con un ahorro energético es ver ejemplos concretos. Citamos los principales:
- Apertura de toldos, cortinas y persianas con sensores de luz solar, así como apertura y cierre remoto de ventanas con sensores de lluvia y sol.
- Integración del sistema de iluminación con sensores de presencia en pasillos y habitaciones para encender o apagar según la presencia de personas, para consumir solo la luz necesaria.
- Regulación de la intensidad de luz necesaria en función de la luminosidad de la habitación, para evitar lux excesiva y gastos innecesarios.
- Apagado automático de la calefacción o el aire acondicionado si alguien abre las ventanas.
- Regulación de la temperatura en casa, según las personas que estén presentes y programación a una hora determinada de forma remota. Se pueden colocar contactos en las puertas, para que en el momento que se abandone la habitación la temperatura pueda ajustarse automáticamente.
- Sistema de riego inteligente que mide la humedad del suelo y solo se activa cuando es necesario.
- Activación de la programación de electrodomésticos en horas valle.
Varios de los puntos anteriores se centran en garantizar un óptimo uso de la climatización durante todo el año, ayudando a mejorar la eficiencia energética con domótica. En definitiva, lo que se busca es evitar gastos innecesarios, tanto para nosotros como para el medioambiente.
Como podemos observar, la arquitectura domótica hoy en día tiene como objetivo primordial mejorar la habitabilidad de las viviendas. Teniendo en cuenta dicho objetivo de la domótica y todos los beneficios que ofrecen los avances tecnológicos, es posible diseñar proyectos que se adapten a las necesidades actuales de cada espacio y cada cliente para integrar la tecnología desde el comienzo de una obra.
En resumen, los hogares inteligentes pueden comandarse por control remoto, con un solo dispositivo electrónico que controlará todas las instalaciones de agua, gas, luz, temperatura y riego, incluyendo la conexión y desconexión de dispositivos electrónicos. Esto nos retribuirá un ahorro energético y además estaremos colaborando con nuestro granito de arena con el medioambiente.