Debido a todos los problemas medioambientales a los que se enfrenta el mundo, la atención en el medio ambiente y las acciones sostenibles son una realidad cada vez más presente en la construcción. Por este motivo, en los últimos años se han creado muchas soluciones destinadas a reducir el impacto de las construcciones en el medio ambiente. La arquitectura sostenible tiene sus propias características, reglas y puede adaptarse a muchos estilos de decoración diferentes.
¿Qué es la arquitectura sostenible?
Puede definirse como una forma de pensar en la construcción y disposición de los edificios desde actitudes ecológicamente correctas. Este concepto abarca desde los materiales que se utilizarán en la construcción hasta la planificación de espacios, manteniendo siempre la característica de ahorrar algún recurso natural. Es un estilo de arquitectura que pretende promover una buena relación entre el ser humano y el medio ambiente, sin renunciar al bienestar y la comodidad de los residentes del inmueble.
Existen organismos nacionales e internacionales que se encargan de determinar si una propiedad es sostenible o no. Un ejemplo de este tipo de certificaciones es el sello de oro del Green Building Council.
Por supuesto que, aunque no busquemos una certificación de sostenibilidad del 100%, toda actitud en este sentido merece la pena y contribuye a la preservación del medio ambiente.
Ventajas
Además de las ventajas para el medio ambiente al proyectar una vivienda con este tipo de arquitectura, ¿es posible que nosotros también tengamos algún beneficio de esto? Pues sí, existen muchos beneficios y algunos de ellos son:
- Confort térmico.
- Ahorro de electricidad.
- Ahorro de agua.
- Materiales duraderos y de calidad.
- Arquitectura y decoración únicas.
Principales características de la sostenibilidad en la arquitectura
Uso de materiales ecológicamente correctos
Los materiales ecológicamente correctos son todos aquellos que eviten el despilfarro de recursos, como agua, tierra, arena y otros. Asimismo, lo ecológicamente correcto también tiene en cuenta la contaminación que producida durante la fabricación de estos materiales.
El material más famoso es el ladrillo ecológico. Producido mediante la mezcla de cemento, agua y tierra, el ladrillo sostenible no se cuece en el horno y, por tanto, no emite gases que contaminen la atmósfera. Además, el material reduce el consumo de hormigón y mortero, lo que disminuye la acumulación de basura y escombros.
De todas formas, también existen otros materiales que pueden ayudarte en el proyecto de arquitectura sostenible, como por ejemplo:
- Bambú.
- Mortero de arcilla.
- Madera de plástico.
- Azulejo ecológico.
Optimizar recursos: la electricidad y el agua
Al contrario del pensamiento popular, no es necesario invertir mucho dinero en una casa sostenible, y aún menos si tenemos en cuenta lo que podemos ahorrar a futuro.
En cuanto al consumo correcto de agua, la principal indicación para un hogar sostenible es invertir en una cisterna, que capta y almacena el agua de lluvia. El agua almacenada puede utilizarse posteriormente para actividades que no requieren agua potable, como el riego de jardines o el lavado de aceras, entre otras.
Algunas ideas sencillas para optimizar el uso eléctrico son:
- Bombillas LED.
- Aparatos electrónicos con el sello Procel.
- Equipos eléctricos con el sello Procel.
- Tejados verdes, ya que ayudan a mantener la temperatura ideal del inmueble, lo que contribuye a optimizar el uso de la electricidad.
Revestimientos de materiales sostenibles
Por último, hay que tener en cuenta que la decoración también es una parte importante del proyecto de una casa sostenible.
Algunos revestimientos ecológicos son:
- Pintura ecológica: por ejemplo, la pintura mineral.
- Revestimientos fabricadas a partir de resina.
- Baldosa hidráulica: tendencia de decoración en 2021, no se quema en hornos y por lo tanto no genera gases contaminantes.
Para potenciar aún más este estilo de decoración con un toque más natural, se recomienda que los objetos y los muebles sean también de materiales naturales. La madera, el algodón, la paja, entre otros, son esenciales y pueden aportar mucho a la estética de la vivienda.