Mantener el equilibrio entre el máximo confort en el hogar y el gasto que esto signifique es una tarea difícil. Sin embargo, si no tenemos resuelto este tema, es algo en lo que pensamos todos los años cada vez que los días y las noches se vuelven más fríos.
Si no pensamos en invertir en una solución definitiva, como un aire acondicionado por ejemplo, existen varios trucos sencillos que se pueden poner en práctica para mantener el hogar más cálido y acogedor.
1. Atención al aislamiento
Para evitar pérdidas de eficiencia térmica e incurrir en más gastos de consumo energético, la vivienda debe tener un buen aislamiento térmico. Tenemos que prestar atención al techo, paredes, piso, ventanas y puertas, ya que estos son los principales puntos a aislar para lograr un mejor confort térmico.
2. Cerrar las puertas
El aire frío o caliente se distribuye por toda la casa, lo que eventualmente reduce la temperatura en las habitaciones más importantes. Cierra las puertas de las áreas que realmente no necesitas usar, para conservar el calor en las habitaciones donde pasas más tiempo. Y trata de usar más las habitaciones pequeñas, que te permiten aumentar rápidamente la temperatura con equipos de aire acondicionado. De esta forma, se mantendrá mejor la temperatura sin tener que tener al equipo en funcionamiento constantemente.
3. Seguir el movimiento del sol
El calentador más accesible que tenemos disponible es el sol. En este caso, no estamos hablando de paneles fotovoltaicos (una inversión que también rinde mucho), sino de dejar que la luz del sol caliente nuestro hogar. Procura abrir de par en par las contraventanas, cortinas o persianas en las habitaciones con mayor exposición solar, y cierra todo muy bien cuando sea de noche o el sol ya esté del otro lado. De esta forma calienta durante el día estancias que permanecen confortables durante varias horas.
4. Liberar las ventanas de obstáculos
Evita que las ramas de los árboles o las plantas voluminosas obstruyan las ventanas, especialmente si tienen hojas persistentes, que permanecen en invierno. Son obstáculos que impiden que los rayos del sol entren bien en tu hogar.
5. Ventilación
La circulación y renovación del aire en el hogar es fundamental e incluso puede ser un aliado para mejorar el confort térmico. Cinco minutos de puertas o ventanas abiertas son suficientes para renovar el aire de una casa, o diez minutos si las ventanas son más pequeñas. Lo ideal es hacer ventilación cruzada, es decir, abrir ventanas en puntos opuestos y generar una corriente de aire por toda la casa acelerando el proceso de renovación.
Asimismo, si se realiza en un momento y lugar donde da el sol, ayudará a aumentar la temperatura en esas zonas, y por tanto en toda la casa.
6. Colores oscuros
Los tonos oscuros atraen más el calor, ayudando a mantener la temperatura. Cambiar las cortinas en otoño puede ser una tarea complicada, si se ha optado por colores más claros a la hora de decorar el hogar. Sin embargo, cambiar las fundas de los almohadones a tonos oscuros, es un cambio más sencillo y refuerza el confort térmico de la estancia.
7. Alfombras
El estilo minimalista simple es efectivo en términos de diseño, pero puede generar ambientes un poco más fríos en el hogar. Las alfombras gruesas y afelpadas ayudan a reforzar el confort en todo tipo de estancias, especialmente si el suelo es de piedra o cerámica (la madera mantiene mejor la temperatura).
8. Elegir un sistema eficaz y eficiente
Después de asegurar un aislamiento térmico eficaz en tu hogar, debes asegurarte de tener contigo el principal aliado para mantener el ambiente cálido y acogedor en el interior: equipos de calefacción o aire acondicionado. Hay varios equipos para combatir el frío. La climatización es una solución completa y eficiente, ya que se puede utilizar durante todo el año para combatir tanto los picos de frío como los de calor, sin un gasto energético excesivo.
Todos estos consejos ayudan a mejorar el confort térmico de tu hogar casi sin coste alguno, y puedes volver a ellos cada año cuando empiece a hacer frío, incluso si inviertes en sistemas de aire acondicionado eficientes. Son trucos que ayudan tanto a aguantar el frío en una casa sin aire acondicionado, como a mantener baja la factura de la luz cuando está en funcionamiento. Siguiéndolas estás haciendo tu vida más cómoda, pero también fomentando la eficiencia energética y la sostenibilidad.