Suelos: los principales tipos y cómo elegir el ideal

¿Qué evaluar a la hora de elegir un suelo y cuáles son los más recomendados?

La elección del suelo ideal no solo mejora la estética de su entorno, sino que puede representar un ahorro en el presupuesto.

Cuando se trata de modelos de suelos, la variedad es enorme. En este artículo nos vamos a centrar en los más usados, en sus ventajas y en sus inconvenientes. Los principales materiales utilizados para la fabricación de suelos son:

  • Mármol
  • Cerámica
  • Porcelanato
  • Cemento quemado

Comencemos a ver cada uno en detalle:

Mármol

Este material es muy solicitado por su elegancia y lujo. Se trata de una roca natural compuesta de calcita que es similar al granito. Lo recomendamos especialmente para: salones, baños y encimeras de cocina.

Ventajas:

  • Fácil de limpiar.
  • Sensación de amplitud.
  • Aporta mucho estilo a la estancia.

Desventajas:

  • Alto coste.
  • Poca resistencia ante roturas.

En caso de optar por el mármol, si bien su limpieza es sencilla, dejamos algunas recomendaciones para su cuidado:

  • Si quieres aumentar la durabilidad de la pieza, mejor limpiarla con solo con agua o, en caso de tener alguna mancha, se puede usar un detergente neutro. Es importante evitar los productos ácidos.
  • Otra opción es impermeabilizar el mármol para que los líquidos no provoquen manchas difíciles de eliminar.

Cerámica

Es un suelo duradero que ofrece un gran resultado visual. Se produce a partir de arcilla.

Ventajas:

  • El material es muy versátil, ya que se fabrica en varios colores, estampados, formatos y texturas, para ser utilizado en cualquier estancia de la casa.
  • El coste es asequible.
  • De fácil mantenimiento y limpieza.
  • Ayuda a mantener la habitación fresca, especialmente en verano.

Desventajas:

  • Puede rayarse con facilidad.
  • Deja un ambiente con sensación menos cálida que otros materiales.

Cuando pienses en un suelo de cerámica, mejor tener en cuenta el PEI, que es el número que indica la resistencia de la baldosa. Este dato te será de ayuda para saber si la baldosa que pensabas instalar en un determinado ambiente es o no la adecuada.

Porcelanato

Ventajas:

  • Además de utilizarse en suelos, también puede usarse como revestimiento de paredes y encimeras
  • Es muy resistente y duradero
  • La sensación de juntado y elegancia en las juntas se perciben menos que en otros materiales.

Desventajas:

  • Su versión satinada podría mancharse o rayarse y es un material resbaladizo cuando se moja.

Se recomienda para zonas interiores, como dormitorios, baños, salones y cocina. También se puede utilizar en zonas exteriores si se elige un material de acabado menos resbaladizo.

Cemento quemado

Se trata de una técnica que “espolvorea” el cemento sobre el mortero para crear más resistencia y evitar grietas, creando así un aspecto más manchado y natural para el suelo. Es un tipo de material muy común en ambientes de estilo industrial, rústico y escandinavo.

Ventajas:

  • El coste es más económico debido a que no requiere mano de obra especializada.
  • Es un suelo frío que comienza a ser tendencia en ambientes como salones, dormitorios y cocinas.

Desventajas:

  • Es poroso y puede mancharse con facilidad.
  • Con el tiempo y el uso constante podría agrietarse.

¿Cómo elegir los tipos de suelo ideales?

Antes de elegir el tipo de suelo para tu casa, es importante analizar el entorno en el que se colocará. Los suelos que se vuelven resbaladizos con el agua o que se manchan con facilidad no son recomendados en ambientes húmedos o mojados.

Otro punto a tener en cuenta es el presupuesto del proyecto. Para proyectos de bajo presupuesto, recomendamos suelos como el cemento quemado y las baldosas de cerámica. Hay diferentes estilos arquitectónicos y decorativos que se adaptan bien a estos materiales.

Si el presupuesto para los acabados es mayor, se podría optar por la piedra natural, como el mármol y el granito. Sin duda, harán que tu casa tenga un aspecto lujoso y elegante. Sin embargo, es necesario que el suelo esté en equilibrio con el revestimiento de la pared, aspecto del cual hablaremos más adelante en otra publicación.

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